Transformar diésel a GLP – Todo lo que necesitas saber

25/10/2023
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¿Qué es el GLP y por qué convertir tu coche diésel a gas?

El GLP es el Gas Licuado del Petróleo, un combustible alternativo que se obtiene de la mezcla de propano y butano. Convertir tu coche diésel a gas tiene varias ventajas, como:

  • Ahorrar dinero, ya que el GLP es más barato que el diésel y tiene un menor consumo.
  • Reducir las emisiones contaminantes, ya que el GLP emite menos CO2, NOx y partículas que el diésel.
  • Aumentar la vida útil del motor, ya que el GLP es más limpio y evita la formación de carbonilla.
  • Acceder a ZBE (zonas de bajas emisiones), ya que el GLP tiene la etiqueta ECO de la DGT.

Requisitos y normativa para la conversión a GLP

Para convertir tu coche diésel a GLP, necesitas cumplir con los siguientes requisitos y normativa:

  • Que tu coche tenga un sistema de inyección directa o indirecta de combustible.
  • Que tu coche tenga un catalizador y un filtro de partículas en buen estado.
  • Que acudas a un taller homologado por el Ministerio de Industria para realizar la instalación del kit de GLP.
  • Que pases una inspección técnica en una estación ITV para obtener el certificado de reforma y la nueva ficha técnica del vehículo.

¿Cómo convertir un coche diésel a GLP?

Proceso y coste de la transformación: Existen dos opciones para convertir un coche diésel a GLP, según el tipo de motor y el sistema de inyección:

  • Opción 1: Transformar el motor reduciendo su relación de compresión y añadiendo bujías. Esta opción es más compleja y costosa, pero permite usar solo GLP como combustible. El proceso consiste en:
    • Cambiar los pistones del motor por unos con una menor relación de compresión, para evitar el autoencendido del GLP.
    • Instalar bujías en los cilindros del motor, para provocar la chispa que encienda el GLP.
    • Instalar un depósito de GLP en el maletero o en el hueco de la rueda de repuesto, con una capacidad entre 40 y 80 litros.
    • Instalar una centralita electrónica que gestione el cambio entre diésel y GLP, según las condiciones de conducción.
    • Instalar un conmutador en el salpicadero que permita al conductor elegir el tipo de combustible.
    • Instalar una boca de carga de GLP junto a la de diésel, para poder repostar ambos combustibles.
    • Opción 2: Esta opción es por la que optamos en Multigrupo STAG consiste en mezclar GLP con el combustible diésel existente antes de la inyección. Esta opción es más sencilla y económica, pero requiere usar una proporción mínima de diésel junto al GLP. El proceso consiste en:
    • Instalar un depósito de GLP en el maletero o en el hueco de la rueda de repuesto, con una capacidad entre 40 y 80 litros.
    • Instalar una centralita electrónica que gestione la mezcla entre diésel y GLP, según las condiciones de conducción. La proporción puede variar entre 20% y 40% de diésel y entre 60% y 80% de GLP.
    • Instalar un conmutador en el salpicadero que permita al conductor activar o desactivar el sistema de mezcla.
    • Instalar una boca de carga de GLP junto a la de diésel, para poder repostar ambos combustibles.

Rendimiento y consumo del motor transformado

El rendimiento y el consumo del motor transformado dependen de la opción elegida y de la proporción de GLP utilizada. En general, se puede esperar una mejora del rendimiento y una reducción del consumo, ya que el GLP tiene un mayor poder calorífico que el diésel y una mejor combustión. Según algunos estudios, se puede conseguir un ahorro de hasta un 40% en el gasto de combustible y una reducción de hasta un 15% en las emisiones de CO2. Sin embargo, estos datos pueden variar según el tipo de conducción, el estado del vehículo y las condiciones ambientales.